Lo digo ya, dado el tema del libro. No he hecho "Vapor" para sostener ninguna tesis. Yo solo planteo cuestiones y por tanto se trata de una exploración. "Vapor" bucea en una cuestión extrema: la de un tipo profundamente descontento con la sociedad y que se aísla totalmente de ella en busca de algo de sentido. He huido del modelo clásico que me inspiró la historia (San Antonio) porque es una constatación que hoy en día, en la parte del mundo en la que vivo, nadie cree en dios (o por lo menos no lo suficiente como para ponerse en una situación tan extrema). Yo no soy creyente, aunque me interesan mucho los mitos, la religión y la mística como posibilidad, como especulación intelectual y como materia para la ficción. Pero en este libro decidí partir de una premisa argumental, la de que ni lo místico ni lo sobrenatural iban a tener un papel en la historia, simplemente porque no lo tienen en nuestra sociedad occidental.
Y es un hecho que inventé a Vapor, el personaje, sin saber muy bien qué diablos iba a ser o a representar. De hecho, hasta que no hube dibujado bastante más de la mitad de libro no me puse a pensar seriamente en eso. En realidad buscaba que la propia historia me dictara su desenlace.
Hablemos del Milenarismo, coño ya¡¡¡ El milenarismo va a llegaaaaar¡¡ que diría a voz en grito el celebre Fernando Arrabal bastante cocido por los copazos que se debió meter antes.
ResponderEliminarMe gustan mucho los enfoques de aquellas historias ambientadas en el mundo mítico heleno.Incluso se cuenta entre mis favoritas "la historia del santo albino" y que decir de tus incursiones en otras mitologías de países mas norteños.
Llámalo X, yo tampoco soy de los que van a misa o rezan por las esquinas.
Lo novedoso de ahora me gusta, que la historia la hayas planteado de un modo práctico, esto es; el acercamiento a la realidad.Algo que parece fácil,tangible,lo cotidiano,pero que puede meternos en muchos e intrincados laberintos...
Nos sorprenderás¡¡ la duda ofende...