3 nov 2012
Tercer capítulo
Tras terminar el segundo capítulo, y a pesar de lo embalado que iba, me vi obligado a aparcar el cómic porque tenía encargos diversos de ilustración -¡hay que pagar facturas, amigos!-. Lo retomé varios meses después con el capítulo del leñador. Nunca había tenido demasiado clara esa parte de la historia a nivel argumental, pero al ponerme fue saliendo de una manera bastante fluida y satisfactoria... salvo por el inicio. Tuve que pelearme mucho con la primera página porque en las primeras versiones carecía de fuerza. La primera del anterior capítulo (la de la urraca cayendo en picado) era tan buena que era difícil ponerse a la altura. Además, aquí había que plantear una transición desde el mundo exterior -el desierto- al mundo interior -la mente de Nick- que solo se podía resolver con audacia puramente visual. Tuve que romperme la cabeza bastante hasta dar con una solución satisfactoria. Aquí podéis ver las distintas versiones. Entre medias, por cierto, decidí inaugurar un cuaderno horizontal para dedicarlo exclusivamente a trabajar en el libro (hasta entonces estaba haciendo los bocetos en el mismo cuaderno vertical que uso para todo):
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Me encanta la primera viñeta de la página 30. La misma perplejidad de Nicodemo experimenté yo al ver que de repente cambiaba el escenario. ¿Qué pasaría ahora?
ResponderEliminarya sabes que adoro tus bosques , este "bosque mental" tan enmarañado es fascinante y esa profusión de aves en el , sin duda Nick tiene muchos pájaros en la cabeza.
ResponderEliminarTras discutirlo con algún otro de tus seguidores del blog, esta separación entre el desierto exterior y el bosque mental también podría interpretarse como un todo interior en el que desierto, bosque e incluso tu alter ego Nick están dentro de tu cerebro, que los espectadores vemos de forma similar a como sucedía en el filme "Como ser John Malkovich" de Spike Jonze...
ResponderEliminarIndependientemente de que sea así o no, la página 29 es una de mis preferidas del libro, junto a la 17 y 75-77. Bellísimas.
En cuanto a mi mayor sorpresa la encontré en las páginas 70-71 donde el estilo va a caballo entre el Mattotti de Hansel y Gretel y las ideas negras de Franquin. Me quedé estupefacto ante el giro y sin saber hacía donde evolucionaba semejante salto al vacío...
Vuestra teoría es plausible, aunque debo insistir en que Nick no es mi alter ego para nada.
EliminarSea como sea, quien mirara dentro de mi cabecita encontraría desde luego mucho bosque y mucho pájaro también, ja ja!